Estamos convencidos de que el éxito de Dr. Schär está basado principalmente en el compromiso y la experiencia de nuestro equipo. Es por esto que promovemos en nuestros colaboradores su desarrollo profesional y personal, por ejemplo, con nuestro programa de Intercambio Interempresarial. Fieles al lema “Cuando nos desarrollamos como personas, crecemos como empresa.”, nuestros cursos e iniciativas de formación personalizadas promueven el saber hacer y las competencias individuales, mientras que al mismo tiempo le ofrecen a los empleados una amplia gama de oportunidades para el desarrollo personal.
Además del desarrollo profesional, nuestro Intercambio Interempresarial representa sobre todo una oportunidad para que nuestros empleados amplíen sus horizontes, aprendan nuevas habilidades y adquieran valiosa experiencia. Sobre la base de un proyecto estructurado, conocimientos personales, necesidad de desarrollo y experiencia, nuestros colaboradores tienen la oportunidad de trasladarse más allá de los límites nacionales. Las características y la duración de este intercambio se determinan de forma individual, por lo que los empleados pueden trabajar en distintas ubicaciones por meses o incluso a largo plazo.
Pero ¿cómo funciona concretamente un programa de intercambio? ¿Qué caracteriza la experiencia del intercambio? Conversamos sobre estos temas y mucho más con Elizabeth (Lizzie) Whitehead y Simon Steckholzer, dos empleados de Dr. Schär que asumieron el riesgo y partieron desde el Reino Unido a Italia y de Italia a Estados Unidos; para siempre.
Lizzie, te trasladaste desde la sucursal del Reino Unido en Warrington y del departamento de marketing al equipo de Snacks Nutrition World en la sede principal de Dr. Schär en Tirol del Sur. Tu plan era quedarte 12 meses para reemplazar a una compañera durante su baja por maternidad. ¿Cómo surgió esta idea?
Lizzie: Exacto, ese era mi plan, pero las cosas se dieron de una forma distinta y ya llevo casi dos años en este lugar. Trabajé para Dr. Schär en el RU durante mi año de prácticas en la universidad y después de mi graduación me incorporé a la empresa como asistente de marketing en el departamento de comunicación en línea. Estaba buscando nuevos desafíos y durante un conversación con mi supervisor, este me contó sobre el puesto disponible en la sede principal. Me animó a que postulara, indicando que sería una excelente oportunidad para adquirir nuevas experiencias y crecer dentro de la empresa. Después de eso, todo transcurrió bastante rápido. A Italia fui en Noviembre de 2019 para hacer el relevo y me mudé oficialmente en enero de 2020. Me siento realmente a gusto aquí en Tirol del Sur y me considero muy afortunada de tener la oportunidad de quedarme y seguir formando parte del equipo de Snacks.
Simon: Mi caso fue bastante parecido. Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando mi supervisor me preguntó el 2013 si me gustaría ir a Estados Unidos por dos semanas. Terminé quedándome por dos meses en mi primer viaje. En ese entonces, varios empleados de las plantas de Burgstall vinieron a Swedesboro para formar a los empleados estadounidenses. La mayoría se quedó solo unas semanas, algunos se quedaron unos meses y unos pocos se quedaron para siempre. Así fue como lo hice yo también y ahora soy el jefe de esta planta.
¿Cuál fue el incentivo para participar en el programa?
Lizzie: Siempre he sido muy abierta tanto a nuevas aventuras como a desafíos, y esta era una gran oportunidad para mí. Mi objetivo era realmente juntar nuevas experiencias, conocer una nueva cultura y ampliar mis conocimientos fuera del Reino Unido. Haber dado este paso me ha permitido crecer no solo en términos profesionales sino que también a nivel personal.
¿Cuáles eran tus expectativas o preocupaciones en cuanto al intercambio?
Simon: Mi principal preocupación era, obviamente, la barrera del idioma. Dr. Schär me apoyó y me proporcionó al principio un apartamento, transporte y un teléfono móvil: literalmente todo lo que necesitas para empezar una nueva vida. Aprovecho para agradecerle nuevamente a mi colega Daniel. En él encontré a la vez un profesor de inglés y un mentor.
Lizzie: Realmente no tenía ni idea qué esperar (comenta entre risas). Pero esto es todo parte de la experiencia, solo tienes que ser muy abierto y tomar todo como venga. Una de las grandes ventajas del programa es que la empresa me pagó el alojamiento y me apoyó dándome clases de italiano. Eso fue de gran ayuda al principio, aliviando así algunos de los primeros temores. Desde mi punto de vista, sin el apoyo de la empresa esto hubiera sido mucho más arriesgado.
¿Le recomendarías también a tus colegas realizar un intercambio?
Simon: Sí, ¡definitivamente! Por supuesto, el traslado a otro país y salir de tu zona de confort es un gran paso, sin embargo, se trata de una experiencia inolvidable y que no querría perderme. Además, me permitió comprender mejor el concepto de “the big picture”. La mejor experiencia no se obtiene solo formar parte de la historia del éxito de Dr. Schär, sino que definiendo activamente el futuro de la empresa junto con mis colegas.
¿Tienes algún consejo para los colegas que estén pensando en hacer un intercambio interempresarial?
Lizzie: Para mí, la lección más importante fue, que siempre puedes pedir ayuda si no estás segura de algo. Mudarse a otro país es un gran paso e inevitablemente te ves enfrentada a situaciones nuevas con las que no estás familiarizada, especialmente fuera del trabajo y en el marco de la “gestión de la vida” que es parte del traslado a otro país. Esto no es fácil de gestionar por cuenta propia, por lo que le aconsejaría a mis colegas que se acerquen directamente a personas del lugar o al departamento de RR.HH. en caso de que tuvieran alguna pregunta, de tal modo que la transición sea suave.
Simon: ¡Exacto! Cualquier persona que esté planeando venir a los EE.UU. puede contactarme en caso de que tuviera alguna pregunta. Ya hasta podría escribir un libro sobre recomendaciones en Swedesboro. ;)