Cuando la enfermedad celíaca no ha sido diagnosticada, son muchas las manifestaciones ginecológicas que pueden aparecer como abortos de repetición, problemas de fertilidad, primera menstruación tardía…
Se considera aborto a la interrupción del embarazo de menos de 20 semanas de gestación, ya sea natural o provocada. Cuando se produce antes de la semana 10 se denomina aborto precoz; entre la 11 y la 20 aborto tardío y a partir de la 20, parto prematuro. Los abortos naturales pueden estar causados por una gran cantidad de problemas que varían desde alteraciones de la tiroides, miomas, toxicología, o también problemas causados por el propio feto.
La enfermedad celíaca en relación con infertilidad y abortos de repetición ha sido estudiada en muchos casos y los expertos han llegado a la conclusión de que la malabsorción intestinal debida a la atrofia vellositaria propia de la patología sin tratar puede llegar a dañar el tejido placentario. Así, cuando el embrión se implanta, su desarrollo es mucho más complicado y además de ello esta malabsorción puede provocar anemia, déficit de vitaminas… que complica aún más el desarrollo del feto.
Todo esto es más difícil que suceda cuando una persona es diagnosticada y lleva el tratamiento, ya que la dieta sin gluten iguala la probabilidad a la de un embarazo normal, igualmente vigilando el correcto aporte nutricional y vitamínico para el desarrollo del bebé.
Por ello, se debe promover el diagnostico eficaz y ágil, y que todos los profesionales de la salud tengan en cuenta la enfermedad celíaca, con sus síntomas y efectos secundarios.
Fuente: https://celicidad.net/celiaquia-y-abortos-de-repeticion/
