La malabsorción de lactosa es una condición clínica que puede causar síntomas digestivos como dolor abdominal, hinchazón y diarrea tanto en adultos como en niños. La malabsorción de lactosa no está necesariamente causada por una intolerancia y, a menudo, se asocia con otras enfermedades gastrointestinales, incluida la enfermedad celíaca.
Un grupo de investigadores italianos, del Hospital Brotzu y la Universidad de Cagliari, realizó una revisión de la literatura para aclarar el impacto clínico y la relación de la malabsorción y/o intolerancia a la lactosa en enfermedades gastrointestinales como la enfermedad celíaca (EC), enfermedad inflamatoria crónica intestinal (EII), síndrome del intestino irritable (SII) y también masa ósea reducida e hipotiroidismo. La investigación fue publicada en la revista Nutrients.
Con respecto a la EC, en particular, los estudios disponibles muestran que los pacientes celíacos pueden tener una deficiencia de lactasa (enzimas necesarias para la digestión de la lactosa) al inicio del diagnóstico, que generalmente es transitoria, pudiéndose revertir tras el inicio de una dieta sin gluten (DSG) y la recuperación del daño intestinal.
En niños celíacos se estima que la malabsorción secundaria de lactosa está presente en un porcentaje que oscila entre el 10 y el 19% de los pacientes. Por este motivo, algunos autores recomiendan el cribado de la EC a los sujetos que den positivo en la prueba del hidrógeno espirado, la prueba más utilizada para diagnosticar la intolerancia a la lactosa.
Pese a la adopción de una DSG el 30% de los celíacos siguen presentando síntomas digestivos. En estos casos se suele hablar de una enfermedad celíaca no respondedora (ECNR). Esta condición, recuerdan los autores del estudio, puede tener su origen en una mala adherencia a la DSG o en otros trastornos digestivos alternativos a la EC, que persisten a pesar de una DSG rigurosa y la mejora de la atrofia de las vellosidades.
En pacientes con enfermedad celíaca refractaria, la malabsorción de lactosa puede estar presente en el momento del diagnóstico de la EC y manifestarse después del inicio de la DSG con síntomas digestivos nuevos o persistentes. Según los autores de este estudio, la malabsorción/intolerancia a la lactosa podría representar el 8-10% del total de casos de ECNR.
En cuanto al resto de patologías, la malabsorción de lactosa podría ser responsable de los síntomas persistentes en la EII en remisión, mientras que la asociación entre la malabsorción de lactosa y el SII parece ser aleatoria. Los autores también recuerdan que, aunque la malabsorción de lactosa no tiene un impacto directo en la absorción de calcio, una dieta baja en lácteos puede afectar negativamente la densidad mineral ósea y conducir a un riesgo limitado de fracturas por fragilidad. Como última conclusión, los autores también indican que la malabsorción y la intolerancia a la lactosa podrían reducir la biodisponibilidad de la levotiroxina en pacientes hipotiroideos.
Las conclusiones de esta revisión se resumen en la siguiente tabla:
Malabsorción de lactosa y trastornos relacionados más frecuentes: prevalencia e impacto clínico
PREVALENCIA | IMPACTO CLÍNICO | |
EC | No aumentada (hipolactasia primaria) | Hipolactasia transitoria secundaria. Síntomas persistentes con dieta sin gluten. |
EII | No aumentada (hipolactasia primaria) | Hipolactasia transitoria (enfermedad de Chron). Síntomas persistentes con enfermedad en remisión. |
SII | No aumentada | Dieta baja en lactosa útil en SII con hipolactasa. |
MASA ÓSEA REDUCIDA | Indefinida | Una dieta sin lácteos puede causar reducción de la masa ósea y fracturas de cadera.sea e fratture dell´anca |
HIPOTIROIDISMO | Indefinida | Absorción reducida de levotiroxinAbsorción reducida de levotiroxina. |