Enfoques para reparar la permeabilidad intestinal

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Un gran enfoque en el tratamiento del SII y otras afecciones gastrointestinales (GI) es la regulación de la permeabilidad intestinal y la promoción de la función de la barrera intestinal. Existen tanto factores internos como factores externos, que contribuyen a la integridad GI. Por un lado, las células epiteliales intestinales actúan como el sistema interno que mantiene el equilibrio entre la respuesta inmunitaria protectora contra los patógenos y la absorción de nutrientes. Por otro lado, la microbiota representa el sistema externo que ayuda a regular la permeabilidad intestinal [1].

 

Los enfoques para reparar la permeabilidad intestinal deteriorada, conocida como "intestino permeable", se centran en la eliminación de los factores desencadenantes que dañan la integridad GI, y en trabajar la promoción de cambios en la dieta y comportamientos en el estilo de vida que apoyen a la regeneración intestinal. Dado que la inflamación juega un papel importante en la regulación de muchas respuestas inmunitarias necesarias para el organismo, el tratamiento no puede estar enfocado en eliminar la inflamación intestinal por completo. Más bien, se debe tomar un enfoque específico que reduzca y regule la inflamación con el objetivo de corregir la disbiosis subyacente.

 

 Apoyando a la barrera intestinal

Los factores que promueven un sistema inmunológico fuerte también intervienen en la salud intestinal. Entre ellos, se incluyen dormir bien, controlar el estrés y seguir una dieta variada rica en alimentos integrales. Por supuesto, también hay que tener en cuenta las sensibilidades alimentarias individuales, ya que pueden afectar a la integridad de la barrera y aumentar la inflamación.

La zonulina es una proteína que juega un papel clave en la regulación de la permeabilidad intestinal. Los niveles elevados de esta proteína, se asocian con barreras débiles y permeables [2]. La disbiosis así como la gliadina del gluten causan la elevación de la zonulina, especialmente en pacientes sensibles al gluten [3]. Por todo ello, la eliminación de las sensibilidades alimentarias individuales, los alimentos proinflamatorios como los alimentos altamente procesados ​​y con alto contenido de azúcar y el gluten, ayuda a reducir la respuesta inmunitaria inflamatoria. La ingesta limitada o la eliminación total de los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y el alcohol, también reduce la lesión intestinal [4]. También cabe considerar que factores del estilo de vida que repercutan en la digestión adecuada de los alimentos, como masticar bien y/o el uso específico de enzimas digestivas también pueden jugar un papel importante.

Por otro lado, hay que destacar la importancia de incorporar nutrientes que promuevan la función de la barrera intestinal. Por ejemplo, los aminoácidos respaldan la integridad intestinal al ayudar a sanar las uniones estrechas en el revestimiento intestinal [5], siendo el colágeno, la gelatina sin azúcar y sin sabor y el caldo de huesos fuentes ricas bien toleradas por los pacientes. De uno a tres gramos de ácidos grasos omega-3 al día, junto con antioxidantes como la vitamina A, C y E, también pueden desempeñar un papel en la reducción de la inflamación [1].

 

No hay que olvidar la fibra

Tanto la fibra soluble como insoluble promueve el desarrollo de un revestimiento mucoso intestinal saludable y regula la motilidad. La fibra insoluble, que llega al colon, es fermentada por bacterias para producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el butirato [1,4]. El butirato es antiinflamatorio y proporciona un combustible importante para las células del colon. Este ácido graso, lamentablemente, a menudo se encuentra en niveles bajos en los pacientes debido a la falta de consumo de fibra dietética.  No obstante, algunas fibras insolubles pueden exacerbar los síntomas del SII, por lo que hay que hay que asegurarse de trabajar individualmente con cada paciente [6].

La fibra soluble, como el psyllium, es menos fermentable y ayuda a controlar los síntomas de la diarrea y el estreñimiento al espesar las heces blandas e hidratar las heces formadas, sin inducir gases ni hinchazón. Este tipo de fibra puede encontrarse en semillas de chía, el lino molido, las frutas (especialmente el kiwi), las verduras y los cereales integrales. Los suplementos de fibra soluble, como la goma guar (fibra solar) y la cáscara de psyllium (Metamucil), también pueden estar recomendados en algunos casos [6].

 

Un comentario sobre los suplementos

Existe una variedad de suplementos antiinflamatorios que también pueden ayudar a reparar el intestino permeable al apoyar la barrera intestinal. La L-glutamina es un aminoácido no esencial que puede recomendarse para promover la integridad de la pared intestinal, ya que alimenta las células epiteliales intestinales y promueve la proliferación de enterocitos. En general, las necesidades se pueden satisfacer a través de una dieta rica en proteínas, aunque recientes investigaciones han demostrado que la suplementación de 15 g/día junto con una dieta baja en FODMAP contribuye a una mayor reducción en la gravedad de los síntomas que si solamente se sigue una dieta baja en FODMAP [7]. Investigaciones similares también sugieren que la L-glutamina es efectiva en pacientes con SII posinfeccioso [8].

Los pacientes con disbiosis también suelen tener niveles bajos de vitamina D, por lo que obtener un valor reciente, mediante un análisis de sangre, puede ser muy útil para orientar las recomendaciones. La vitamina D apoya al sistema inmunológico en general, reduciendo la permeabilidad intestinal y promoviendo la regeneración del revestimiento GI [9,10]. Enfermedades autoinmunes e inflamatorias a menudo afectan a la capacidad de absorción, por lo que es posible que se necesiten dosis más altas de vitamina D en pacientes con inflamación severa [11]. Las dosis de 1000-2000UI de D3 (dependiendo de la estacionalidad y la exposición al sol) son generalmente seguras y suficientes en pacientes sin deficiencias preexistentes; aunque también se pueden justificar dosis más altas en aquellos con deficiencias.

También hay alguna evidencia de que los niveles bajos de zinc están asociados con una mayor permeabilidad intestinal. Estos hallazgos han llevado a una discusión sobre si la suplementación con carnosina de zinc puede reducir el intestino permeable y ayudar a regular la respuesta inmune inflamatoria [1,12,13]. Hay que tener en cuenta que el zinc compite con el cobre por la absorción, por lo que no se recomienda la suplementación de este mineral a largo plazo.

Los antioxidantes también ayudan a regular la barrera intestinal al combatir los radicales libres y reducir la inflamación. El glutatión es un antioxidante que apoya la reparación de todas las células, incluidas las del tracto GI [14]. Algunos estudios sugieren que la N-acetilcolina (NAC), que sirve como precursor del glutatión, puede ayudar a tratar el intestino permeable. Polifenoles como los flavonoides, la quercetina y la curcumina, son antioxidantes fitoquímicos que se encuentran en las plantas. La quercetina ayuda a estabilizar los mastocitos y tiene propiedades antihistamínicas [1], mientras que la curcumina (de la cúrcuma) tiene propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas y puede ser particularmente eficaz en personas con enfermedades autoinmunes [15,16]. Los probióticos también pueden ayudar a promover la homeostasis de la microbiota y reducir los síntomas gastrointestinales específicos, aunque su eficacia todavía no es clara debido a las variaciones en las cepas de probióticos y los casos de uso estudiados [1,17].

Hay que recordar que la patogénesis del SII es compleja y que varía en función del individuo. Se necesita un enfoque holístico que considere las causas fundamentales de la disbiosis, la inflamación y la permeabilidad intestinal para recomendar intervenciones terapéuticas adecuadas y efectivas para el perfil de síntomas único de cada paciente.

Referencias

  1. De Santis S, Cavalcanti E, Mastronardi M, Jirillo E, Chieppa M. Nutritional Keys for Intestinal Barrier Modulation. Front Immunol. 2015;6. doi:10.3389/fimmu.2015.00612
  2. Lammers KM, Lu R, Brownley J, Lu B, Gerard C, Thomas K, et al. Gliadininduces an increase in intestinal permeability and zonulin release by binding
  3. Fasano A. All disease begins in the (leaky) gut: role of zonulin-mediated gut permeability in the pathogenesis of some chronic inflammatory diseases. F1000Res. 2020;9:F1000 Faculty Rev-69. Published 2020 Jan 31. doi:10.12688/f1000research.20510.1
  4. Camilleri M, Lyle BJ, Madsen KL, Sonnenburg J, Verbeke K, Wu GD. Role for diet in normal gut barrier function: developing guidance within the framework of food-labeling regulations. Am J Physiol Gastrointest Liver Physiol. 2019;317(1):G17-G39. doi:10.1152/ajpgi.00063.2019
  5. Lopetuso LR, Scaldaferri F, Bruno G, Petito V, Franceschi F, Gasbarrini A. The therapeutic management of gut barrier leaking: the emerging role for mucosal barrier protectors. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2015;19(6):1068-1076.
  6. Lacy BE, Pimentel M, Brenner DM, et al. ACG Clinical Guideline: management of irritable bowel syndrome. Am J Gastroenterol 2021;116:17–44. 16. Black CJ, Yuan Y, Selinger CP, et
  7. Rastgoo S, Ebrahimi-Daryani N, Agah S, et al. Glutamine Supplementation Enhances the Effects of a Low FODMAP Diet in Irritable Bowel Syndrome Management. Front Nutr. 2021;8:746703. Published 2021 Dec 16. doi:10.3389/fnut.2021.746703
  8. Zhou Q, Verne ML, Fields JZ, et al. Randomised placebo-controlled trial of dietary glutamine supplements for postinfectious irritable bowel syndrome. Gut. 2019;68(6):996-1002. doi:10.1136/gutjnl-2017-315136
  9. Sassi F, Tamone C, D’Amelio P. Vitamin D: Nutrient, Hormone, and Immunomodulator. Nutrients. 2018;10(11). doi:10.3390/nu10111656
  10. Lee C, Lau E, Chusilp S, et al. Protective effects of vitamin D against injury in intestinal epithelium. Pediatr Surg Int. 2019;35(12):1395-1401. doi:10.1007/s00383-019-04586-y
  11. Williams CE, Williams EA, Corfe BM. Vitamin D status in irritable bowel syndrome and the impact of supplementation on symptoms: what do we know and what do we need to know?. Eur J Clin Nutr. 2018;72(10):1358-1363. doi:10.1038/s41430-017-0064-z
  12. Mahmood A, FitzGerald AJ, Marchbank T, et al. Zinc carnosine, a health food supplement that stabilises small bowel integrity and stimulates gut repair processes. Gut. 2007;56(2):168-175. doi:10.1136/gut.2006.099929.
  13. Davison G, Marchbank T, March DS, Thatcher R, Playford RJ. Zinc carnosine works with bovine colostrum in truncating heavy exercise induced increase in gut permeability in healthy volunteers. Am J Clin Nutr. 2016;104(2):526-536. doi:10.3945/ajcn.116.134403.
  14. Hou Y, Wang L, Yi D, Wu G. N-acetylcysteine and intestinal health: a focus on its mechanism of action. Front Biosci (Landmark Ed). 2015;20:872-891. doi:10.2741/4342.
  15. Yatoo MI Anti-Inflammatory Drugs and Herbs with Special Emphasis on Herbal Medicines for Countering Inflammatory Diseases and Disorders - A Review. Recent Pat Inflamm Allergy Drug Discov. 2018;12(1):39-58. doi:10.2174/1872213X12666180115153635.
  16. Maroon JC, Bost JW, Maroon A. Natural anti-inflammatory agents for pain relief. Surg Neurol Int. 2010;1. doi:10.4103/2152-7806.73804.
  17. Fasano A., Shea-Donohue T., Mechanisms of Disease: the role of intestinal barrier function in the pathogenesis of gastrointestinal autoimmune diseases. Nature Clinical Practice