Solapamiento entre el síndrome del intestino irritable y las enfermedades gastrointestinales orgánicas

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El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno funcional intestinal frecuente caracterizado por síntomas de dolor abdominal recurrente asociado a un cambio en el hábito intestinal. Esta afección es uno de los motivos más frecuentes de consulta gastroenterológica en atención primaria y secundaria.

El diagnóstico del SII se realiza identificando los síntomas característicos, según los criterios de Roma, y excluyendo las enfermedades gastrointestinales orgánicas que podrían explicar estos síntomas. Entre las afecciones orgánicas que pueden confundirse con el SII se encuentran la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), el cáncer colorrectal y, en las personas con síntomas predominantemente diarreicos, las infecciones gastrointestinales crónicas, la colitis microscópica y la diarrea biliar primaria. El concepto de sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado asociado al SII está rodeado de controversia e incertidumbre, principalmente debido a la invalidez de las pruebas por su escasa sensibilidad y especificidad, lo que puede llevar a suposiciones incorrectas. No hay pruebas suficientes para relacionar los síntomas de tipo SII con la insuficiencia pancreática exocrina o con la enfermedad diverticular sintomática no complicada, ya que ambas se ven obstaculizadas por datos contradictorios.

 

Por último, cada vez se reconoce más que el SII puede presentarse en pacientes con enfermedades gastrointestinales orgánicas conocidas pero estables, como la EII quiescente o la enfermedad celíaca. Reconocer los síntomas intestinales funcionales en estos individuos es primordial para poder evitar escaladas potencialmente perjudiciales en el tratamiento inmunosupresor y centrar la atención en abordar los trastornos de la interacción intestino-cerebro.

 

Esta revisión pretende ayudar a los médicos que practican la gastroenterología en adultos a reconocer el solapamiento potencial entre el SII y las enfermedades gastrointestinales orgánicas y destaca las áreas que necesitan más investigación y claridad.