"En cierto modo, consumo el cereal que produzco. Formar parte de esta cadena, como productor y como consumidor, me llena de orgullo y saber que con mi trabajo ayudo a quienes, como yo, necesitan productos específicos es una gran satisfacción. Me siento como si entrara silenciosamente en sus vidas para ayudarles".
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Tres preguntas a Alberto, en el campo –es el caso de decirlo– como agricultor y como consumidor Dr. Schär
- ¿Con Dr. Schär y Flavis llegó primero el encuentro laboral o el encuentro como consumidor? La relación como consumidor precedió a la relación profesional por pocos meses. Se me diagnosticó una patología en los riñones y en consecuencia mi dieta se tuvo que modificar, cediendo el paso a alimentos pobres en proteínas. Tenía amigos agricultores que ya colaboraban con la cadena de Dr. Schär y, conociendo personalmente su empeño y la calidad de las materias primas que producen, me dije: “¿Por qué no probar los productos Flavis?”. La seguridad que te da el hecho de observar de cerca los procesos y los estándares de calidad te ayuda a afrontar la tensión que implican los cambios que vas viviendo. Poco después entré yo, como agricultor, en la cadena de Dr. Schär. Desde entonces, en cierto sentido, consumo lo que produzco.
- ¿Qué efecto te hace cultivar los cereales con los que se elaboran los productos que tú mismo y muchas otras personas del mundo utilizan para su bienestar? Contribuir con tu trabajo a la elaboración de productos de los que muchos tienen necesidad es una gran satisfacción y al mismo tiempo una importante responsabilidad. En cierta forma te hace entrar en la vida de esas personas, aunque ellas no lo sepan. Te dan ganas de ayudarles “a escondidas”. El hecho de que la experiencia personal se entrelace con la experiencia laboral fortalece el sentimiento, porque vuelves a pensar cómo fue tu comienzo: la dificultad de tomar conciencia, la búsqueda de información para entender mejor y, por último, el encuentro con productos que te hacen bien sin obligarte a renunciar a tus hábitos, a tu normalidad.
- En fin, tú experimentas cotidianamente, en primera persona, el mundo Dr. Schär – Flavis.Es una suerte que existan empresas que en estas circunstancias te simplifiquen la vida y con sus productos te permitan mantener la rutina con la que estás encariñado. Formar parte de este mecanismo virtuoso me emociona y me alienta a dar lo mejor en mi trabajo, día a día.