The Gluten-Free Diet and Health: Facts vs. Fiction?

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La dieta sin gluten y la salud: ¿realidad o ficción?

 

La dieta sin gluten se considera el patrón oro y el único tratamiento eficaz para la enfermedad celíaca. Si se sigue correctamente, reduce la inflamación, favorece la sanación del intestino, minimiza el riesgo de comorbilidades asociadas tales como la pérdida de densidad ósea, la deficiencia de vitaminas y minerales, el desarrollo de otras enfermedades autoinmunitarias, la subfertilidad masculina y femenina, las complicaciones neurológicas y el riesgo de cáncer de intestino delgado.[1],[2]

No obstante, sigue estando estigmatizada, lo cual puede contribuir a un bajo cumplimiento del tratamiento.

“Décadas de investigación y práctica clínica han demostrado que la dieta sin gluten es actualmente el único tratamiento eficaz para la enfermedad celíaca. Tras el diagnóstico y el inicio de una dieta sin gluten, la mayoría de los pacientes experimentan una importante mejoría en su calidad de vida, afirma Nick Trott, Dietista especializado en celiaquía del Hospital Royal Hallamshire, Sheffield.Cuando los pacientes cambian a una dieta sin gluten, deben adquirir nuevos y trascendentales conocimientos, así como aplicar estrategias para evitar la ingesta de gluten, tanto dentro como fuera de casa, al mismo tiempo que seguir unas pautas alimentarias para mejorar su estado general de salud. A nivel individual, puede resultar difícil y complejo, lo cual puede verse agravado por los niveles de atención contradictorios de los que disponen los pacientes y las confusiones predominantes sobre la propia dieta sin gluten”.

 

Al igual que sucede con cualquier otro tratamiento médico, deben sopesarse los beneficios de la dieta sin gluten con los posibles riesgos. Habitualmente, se ha sugerido que la dieta sin gluten puede afectar negativamente a la salud metabólica de los pacientes por el aumento del riesgo de obesidad, diabetes y cardiopatías[3],[4]. Asimismo, ha suscitado cierta preocupación el hecho de que los productos sin gluten puedan ser más hipercalóricos y tener un mayor contenido de grasas saturadas, a la vez que contar con menos nutrientes esenciales y fibra dietética. Sin embargo, los últimos estudios permiten aclarar estos riesgos e identificar estrategias para ayudar a los pacientes a minimizarlos, sin dejar de garantizar la obtención de beneficios terapéuticos. [5].

 

El 20º Simposio Internacional sobre la Enfermedad Celíaca (ICDS) (celebrado en Sheffield, Reino Unido, del 5 al 7 de septiembre de 2024), una importante reunión de destacados científicos que reunió a los principales expertos del mundo en la enfermedad celíaca y en los trastornos relacionados con el gluten, ofreció la posibilidad de analizar las últimas estrategias de investigación y tratamiento en este campo. En particular, el panel “Evolución de la dieta sin gluten: mejora de la calidad nutricional y posibilidad de alcanzar una mejor calidad de vida” analizó la relación entre la dieta sin gluten y la salud.
 

LA DIETA SIN GLUTEN Y EL RIESGO DE OBESIDAD: tras el diagnóstico y la adopción de una dieta sin gluten, se produce una mejora en la sanación del intestino, así como en la digestión y absorción de alimentos y nutrientes. Frecuentemente, se ha observado que un subconjunto de pacientes podría experimentar cambios nocivos para la salud en lo que se refiere a la composición corporal, además de un aumento de peso.[6]. Sin embargo, las últimas opiniones indican que una dieta sin gluten no aumenta significativamente el riesgo de sobrepeso u obesidad[7]. El Sr. Trott recalcó, “Los profesionales sanitarios no deberían dar por sentado el aumento automático de peso en los pacientes con enfermedad celíaca, sino que deberían controlar sus hábitos alimentarios. A quienes precisen una dieta sin gluten médicamente necesaria se les debería ofrecer ayuda y consejos nutricionales personalizados con el fin de garantizar el mantenimiento de este enfoque dietético en el contexto de unas pautas alimentarias saludables”.[8],[9]
 

EL RIESGO DE DIABETES Y DE CARDIOPATÍAS EN UNA DIETA SIN GLUTEN: en las últimas décadas, se ha observado un mayor interés sobre la posible relación entre la enfermedad celíaca y las enfermedades cardiometabólicas, entre ellas, la diabetes tipo 2 y las patologías cardiovasculares. Los resultados de las investigaciones sobre la asociación entre la enfermedad celíaca y estas patologías han sido dispares[10],[11] No obstante, un reciente estudio a gran escala observó que los pacientes con enfermedad celíaca que seguían una dieta sin gluten a largo plazo no presentaban un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.[12]. Es necesaria una mayor investigación en este campo, no obstante, los últimos estudios subrayan la importancia de ofrecer un apoyo médico y nutricional adecuado, así como un seguimiento periódico a los pacientes con enfermedad celíaca.
 

¿SON TODOS LOS PRODUCTOS DE SUSTITUCIÓN SIN GLUTEN “POCO SALUDABLES”? Las alternativas sin gluten se consideran generalmente menos apropiadas nutricionalmente que sus equivalentes con gluten. Sin embargo, los fabricantes de productos alimenticios invierten cada vez más dinero en investigación y desarrollo para crear nuevos productos sin gluten con el uso de unas materias primas de mayor calidad. Además del uso tradicional del maíz y del arroz, ahora se están incorporando cereales y pseudocereales alternativos sin gluten, como el teff, el mijo, la chía, el amaranto, la quinoa y el trigo sarraceno. Los estudios han demostrado que estas mejoras han aumentado el sabor y el valor nutricional de muchos productos sin gluten, lo que facilita una mejor adaptación de las dietas de los pacientes a unas pautas alimentarias saludables.[13],[14],[15]
 

“Es fundamental que proporcionemos a los pacientes los conocimientos necesarios en materia de salud para que puedan elegir productos sin gluten que mejoren su estado general de salud en lugar de centrarnos en productos individuales, y que hagamos hincapié en la importancia de los hábitos alimentarios de los pacientes. Las alternativas sin gluten también pueden desempeñar un papel importante en el hecho de que los pacientes puedan participar de forma segura en actos sociales y disfrutar de comidas que tengan una importancia cultural para ellos y, por ende, esto revierta en una mejora en su calidad de vida en general”,[16] concluyó el Sr. Trott.

 

 

[1] Rubio-Tapia A, Hill ID, Semrad C, et al. American College of Gastroenterology Guidelines Update: Diagnosis and Management of Celiac Disease. American Journal of Gastroenterology. 2023;118(1):59-76. doi:10.14309/ajg.0000000000002075

[2] Laurikka P, Kivelä L, Kurppa K, Kaukinen K. Review article: Systemic consequences of coeliac disease. Aliment Pharmacol Ther. 2022;56(S1). doi:10.1111/apt.16912

[3] Tovoli F, Negrini G, Farì R, et al. Increased risk of nonalcoholic fatty liver disease in patients with coeliac disease on a gluten-free diet: beyond traditional metabolic factors. Aliment Pharmacol Ther. 2018;48(5):538-546. doi:10.1111/apt.14910

[4] Ciccone A, Gabrieli D, Cardinale R, et al. Metabolic Alterations in Celiac Disease Occurring after Following a Gluten-Free Diet. Digestion. 2019;100(4):262-268. doi:10.1159/000495749

[5] Lebwohl B, Cao Y, Zong G, et al. Long term gluten consumption in adults without celiac disease and risk of coronary heart disease: prospective cohort study. BMJ. 2017;357:j1892. doi:10.1136/bmj.j1892

[6] Melini V, Melini F. Gluten-Free Diet: Gaps and Needs for a Healthier Diet. Nutrients. 2019;11(1):170. doi:10.3390/nu11010170

[7] Barone M, Iannone A, Cristofori F, et al. Risk of obesity during a gluten-free diet in pediatric and adult patients with celiac disease: a systematic review with meta-analysis. Nutr Rev. 2023;81(3):252-266. doi:10.1093/nutrit/nuac052

[8] Bischoff SC, Ockenga J, Eshraghian A, et al. Practical guideline on obesity care in patients with gastrointestinal and liver diseases – Joint ESPEN/UEG guideline. Clinical Nutrition. 2023;42(6):987-1024. doi:10.1016/j.clnu.2023.03.021

[9] Vereczkei Z, Farkas N, Hegyi P, et al. It is high time for personalized dietary counseling in celiac disease: A systematic review and meta-analysis on body composition. Nutrients. 2021;13(9). doi:10.3390/nu13092947

[10] Kabbani TA, Kelly CP, Betensky RA, et al. Patients with celiac disease have a lower prevalence of non-insulin-dependent diabetes mellitus and metabolic syndrome. Gastroenterology. 2013;144(5):912-917.e1. doi:10.1053/j.gastro.2013.01.033

[11] Kylökäs A, Kaukinen K, Huhtala H, Collin P, Mäki M, Kurppa K. Type 1 and type 2 diabetes in celiac disease: Prevalence and effect on clinical and histological presentation. BMC Gastroenterol. 2016;16(1):1-7. doi:10.1186/S12876-016-0488-2/TABLES/3

[12] Yuan S, Leffler D, Lebwohl B, et al. Coeliac disease and type 2 diabetes risk: a nationwide matched cohort and Mendelian randomisation study. Diabetologia. Published online May 21, 2024. doi:10.1007/s00125-024-06175-8

[13] Allen B, Orfila C. The Availability and Nutritional Adequacy of Gluten-Free Bread and Pasta. Nutrients. 2018;10(10):1370. doi:10.3390/nu10101370

[14] Mármol-Soler C, Matias S, Miranda J, et al. Gluten-Free Products: Do We Need to Update Our Knowledge? Foods. 2022;11(23):3839. doi:10.3390/foods11233839

[15] Tilley M, Jeanes Y, Spitale A, et al. Calcium and Iron Content of Cereal-Based Gluten-Free Products. Published online 2022. doi:10.3390/foods11142001

[16] Rinninella E, Cintoni M, Raoul P, et al. The healthy gluten-free diet: Practical tips to prevent metabolic disorders and nutritional deficiencies in ce4iac patients. Gastroenterol Insights. 2021;12(2):166-182. doi:10.3390/GASTROENT12020015