En diciembre de 2020, Dr. Philipp Schoeller asumió el puesto de director ejecutivo en Dr. Schär, iniciando así la sucesión del fundador Ulrich Ladurner. Philipp Schoeller, que anteriormente fue vicepresidente del mayor fabricante de chocolate del mundo, Barry Callebaut, tiene una visión clara del futuro de la empresa. Nuestros valores, Responsabilidad – Progreso – Cercanía, rigen nuestra forma de trabajar. Aspiramos a ser líderes del mercado con nuestras marcas, lo cual implica innovar con intensidad y rapidez; para ello es necesario detectar las tendencias lo antes posible, y adaptarnos a ellas con mayor velocidad de modo que podamos lograr ser más internacionales y pero conservando en mente las necesidades locales. La única vía de alcanzar este objetivo es mantener presencia directa y equipos locales.
Éxito mundial como pyme
«Para mí es una suerte que el Dr. Schär haya decidido en diciembre dar el paso y contar con una dirección externa», dijo Philipp Schoeller. «Sin duda, la empresa de mis sueños se parece mucho a Dr. Schär: somos una pequeña empresa familiar y, al mismo tiempo, destacamos con éxito a nivel internacional. Tenemos la misión clara de mejorar las vidas de las personas con necesidades nutricionales especiales. Muchos pacientes con enfermedad celíaca han experimentado dolor, malestar y agotamiento y, gracias a nuestros productos, vuelven a descubrir la normalidad y a disfrutar la comida. Es una gran sensación aportar calidad de vida a nuestros consumidores.
Y es muy satisfactorio: en el camino hacia alcanzar su misión, el crecimiento de Dr. Schär en los últimos 20 años ha sido meteórico. En 2020, el volumen de negocio de la empresa superó los 400 millones de euros, frente a los 20 millones que había facturado a inicios del presente siglo. Con 18 plantas en 11 países, y distribución en casi 100 países de todo el mundo, la compañía está presente a nivel global y dispone de sedes en sitios que van desde Turquía a Brasil. «Crecer es algo que aporta gran satisfacción. Si pensamos en el año pasado, que fue todo un reto en muchos aspectos, nos enorgullece especialmente que nuestros productos estuviesen disponibles por doquier y que la gente siempre contase con suministros. Es decir, seguimos estando cerca de las personas y nuestras estructuras, como los procesos, son cada vez más ágiles a escala internacional».
Fascinar con productos innovadores y la cercanía a los consumidores
«Los cambios en los hábitos de consumo y la tendencia a cocinar cada vez más uno mismo o a probar nuevos alimentos, también impulsan a Dr. Schär. Por ello, a la hora de avanzar en la cartera de productos, buscamos, por una parte, dar más relevancia a los hábitos nacionales, a las culturas alimentarias y a los gustos específicos y, por otra, fomentar el disfrute y el entusiasmo de los consumidores con una mayor gama», explica este hombre de 55 años. Los productos de Schär acompañan a los consumidores desde el desayuno hasta la cena, y la oferta también incluye deliciosos aperitivos que aportan sabor a toda la familia. Este enfoque lo podemos encontrar ahora también en la nueva imagen renovada de los productos: en 2020 se efectuó un rediseño que conserva elementos clásicos pero que aporta, a su vez, un aspecto moderno.
La capacidad de innovación no solo se ciñe a los productos, sino que aborda también la producción y la adquisición de materias primas. «De la granja al tenedor» es el principio que Dr. Schär viene aplicando desde hace años y que incluye la producción acompañada desde la siembra en el campo hasta la fabricación final de alimentos. Con este fin la empresa trabaja a largo plazo con agricultores contratados que cultivan en sus campos materias primas exclusivamente para los productos de Dr. Schär, entre los que se incluyen diferentes tipos de cereales naturales sin gluten, como el mijo, la avena, el arroz o el alforfón. Dr. Schär está en contacto con los agricultores desde la siembra, para acompañar y optimizar continuamente los procesos, pasando por el cultivo hasta la cosecha y el procesamiento. Esta estrecha cooperación garantiza a los consumidores la mejor calidad de los alimentos sin gluten.
Los principios como «Del campo al tenedor» o también el proyecto «Re-cereal» de nuestro Centro de investigación y Desarrollo de Trieste, que busca revitalizar y valorizar las tradiciones agrícolas de las regiones alpinas, son interesantes no solo para la producción de alimentos, sino también para nuestro medio ambiente. Acompañamos y ponemos en marcha proyectos versátiles, aunque hasta ahora apenas les dábamos visibilidad, algo que también va a cambiar», promete Philipp Schoeller.