Actualmente, la única terapia existente para la enfermedad celíaca consiste en seguir una alimentación estricta sin gluten para toda la vida. No obstante, también se están trabajando en nuevas estrategias terapéuticas con aplicaciones futuras en el paciente celíaco.
Dieta sin gluten
El tratamiento consiste en excluir de la dieta todos los cereales que contienen gluten: trigo, centeno, cebada, sus variedades híbridas y productos derivados. La avena fue excluida durante mucho tiempo de la alimentación sin gluten, sin embargo, estudios científicos y expertos en enfermedad celíaca han llegado a la conclusión de que la avena pura en cantidades controladas es un valioso complemento en la dieta sin gluten. En los pacientes celíacos, incluso las trazas de gluten pueden causar daños en la mucosa del intestino delgado, a pesar de que en algunos casos no se presenten molestias. Las trazas de gluten pueden estar presentes en alimentos procesados de lo más dispares, como algunos embutidos, algunos preparados a base de especias o en algunas golosinas. El símbolo de la «espiga barrada» es internacional y garantiza que el producto no contiene gluten (<20ppm).
Es importante dedicar tiempo a la educación del recién diagnosticado, con el fin de que reconozca los alimentos aptos para su dieta. Del mismo modo, la educación nutricional también debe enfocarse en cómo seguir una dieta variada y equilibrada, con el fin de evitar cariencias nutricionales. Por último, el paciente debe conocer los puntos en los que puede producirse una contaminación cruzada, tanto dentro como fuera de casa, con el fin de garantizar que el tratamiento se cumple sin excepciones.
Una vez iniciada la alimentación sin gluten, el paciente experimenta una mejora general debido a que:
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Los valores de anticuerpos se normalizan
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La mucosa del intestino delgado se regenera
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Disminuye el riesgo de complicaciones a largo plazo
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El cuerpo absorbe y aprovecha los macro y micronutrientes
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Mejora el estado físico y la mental
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Mejora de la calidad de vida
La mayoría de los pacientes celíacos reaccionan muy rápido a la alimentación sin gluten, mejorando los síntomas considerablemente rápido. La primera causa observada en pacientes con resistencia a la alimentación sin gluten debe atribuirse a transgresiones conscientes o inconscientes en la dieta. Si el paciente no siguiera una alimentación estricta sin gluten, aumenta notablemente el riesgo de padecer otras enfermedades relacionadas con la enfermedad celíaca, como osteoporosis, tumores malignos, esprue colágeno o úlceras intestinales.
Investigación de nuevas terapias
La dieta sin gluten es el único tratamiento seguro y efectivo, pero desde hace unos años, se está investigando en distintas estrategias terapéuticas para la enfermedad celíaca. Un mayor conocimiento en la fisiopatología de la enfermedad, ha permitido a los investigadores trabajar en nuevas vías que con la intención de que se bloqueen las consecuencias de la respuesta inmune anormal frente al gluten.
Dentro de estas líneas de investigación hay trabajos centrados desde en la alteración en la permeabilidad de la mucosa, ha agentes secuestrantes del gluten en la luz intestinal pasando por vacunas capaces de inducir tolerancia. Además, en el ámbito de la agricultura, también se está trabajando en la obtención de variedades de trigo sin capacidad inmunogénica.
Hay que recordar que ninguna de estas terapias alternativas está todavía disponible, y que aún quedan varios años de investigación y ensayos clínicos.