El síndrome del intestino irritable (SII o IBS, del inglés Irritable Bowel Syndrome) se manifiesta a través de muchos síntomas poco específicos, incluyendo dolor abdominal, diarrea, hinchazón, flatulencia y estreñimiento.
El SII es el cuadro clínico gastrointestinal más frecuente. Las molestias intestinales crónicas constantes y las alteraciones del tránsito intestinal y de la consistencia de las heces son, por definición, características de este trastorno intestinal funcional. Las causas y los factores de riesgo no han podido aclararse por completo hasta la fecha, sin embargo, los síntomas son lo suficientemente importantes para que la calidad de vida del paciente se vea reducida. Los síntomas relativamente poco específicos dificultan la diferenciación del SII de otras enfermedades intestinales, como la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten/trigo.
Según la forma con la que se presenta el SII, aparecen molestias individuales con mayor o menor intensidad.
Síntomas generales del síndrome del intestino irritable
- Dolores abdominales espasmódicos intermitentes, con intensidad y localización variables.
- Irregularidades en las defecaciones (diarrea y/o estreñimiento) o en la consistencia de las deposiciones.
- Flatulencia, generación de gases, hinchazón.
- Intolerancias alimenticias.
- Heces con moco.
Otros síntomas que acompañan al síndrome del intestino irritable
- Migraña, dolores de cabeza.
- Dolor de pelvis y de espalda.
- Cansancio, bajo rendimiento, alteraciones del sueño.
- Trastornos de la menstruación.
- Depresión, miedo.
Síntomas que por otro lado respaldan el diagnóstico (criterios de Roma III)
Dolor recurrente abdominal durante, por lo menos, un día a la semana asociado con, por lo menos, dos de los siguientes factores:
- Relación con la defecación.
- Asociado a un cambio en la frecuencia de las deposiciones.
- Asociado a un cambio en la consistencia de las deposiciones.